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lunes, 25 de octubre de 2010

LOS 10 ASESINOS EN SERIE DE LOS ULTIMOS AÑOS

Teniendo en cuenta y lo que esta registrado en la historia, han habido varios asesinos en serie , en esta ocasión solo quiero nombrar a 10 de los mas sanguinarios y asquerosos dementes, que han cometido asesinatos grandes, por tal motivo he seleccionado los que han matado a bastantes personas y en los últimos 25 a 30 años.
He aquí unas de las mentes mas macabras que ha expulsado nuestro mundo.

GARY LEON RIDGWAY


La justicia por los asesinatos de la escalofriante cifra de 49 mujeres que fueron víctimas de uno de los mayores criminales en la historia de Estados Unidos y es que durante casi 20 años, los agentes de la policía de Seattle se reunieron todas las mañanas para repasar pistas, entrevistar a familiares de víctimas y releer los informes de las autopsias de las 49 mujeres que fueron asesinadas en la ciudad y en el vecino estado de Oregón durante los años 80 por un criminal que los burló con una especial habilidad.
Los policías estaban seguros de que el asesino del Río Verde, la zona donde aparecían los cadáveres semidesnudos de las mujeres, era Gary Leon Ridgway, un pintor al que interrogaron e investigaron profundamente pero desgraciadamente todavía no habían conseguido pruebas materiales que le relacionaran con las víctimas.
Finalmente, el 10 de septiembre de 2001, Ridgway fue acusado de asesinar a cuatro mujeres y de ser el sospechoso de muchos más crímenes que se cometieron en poco menos de 48 meses. Los investigadores determinaron que la saliva de una pequeña esponja que Ridgway habia mordido en 1987, durante una de sus múltiples visitas a la comisaría, tenía las características del ADN de los restos de semen encontrados en tres de las mujeres a las que presuntamente asesinó.
Los cuerpos de Opal Mills, Marcia Chapman y Cynthia Hinds, mujeres blancas y negras y algunas prostitutas, aparecieron semidescuartizados y ocultos entre la maleza del río. Todas ellas fueron violadas repetidamente. El asesino había sido relacionado también con el cadáver de Carol Christensen, una mujer hallada muerta en un bosque de las afueras de Seattle, que también fue violada y brutalmente agredida.

Carol Christensen Cynthia Hinds Marcia Chapman Opal Mills
"Este es uno de los días más importantes de mi carrera y es una gran noticia para toda la ciudad", comentó nada más hacerse público el arresto el sheriff Dave Reichert, uno de los investigadores que desde 1982 persiguió al asesino.

Sheriff Dave Reichert
El sherif Reichert tuvo la sospecha que durante este tiempo pudo haber otras personas, imitadoras, que hubieran matado mujeres y arrojado sus cuerpos en la zona del Río Verde y que Ridgway no era el autor de los 49 asesinatos que él y sus colegas investigaron. "Quizás no ha matado a 49 mujeres, pero sí a muchas de ellas", aseguró el sherif, lo cual al final quedaría descartado.
Ridgway se llevó una monumental sorpresa cuando salía de la fábrica de camiones donde trabajó como pintor durante los últimos 30 años. Un grupo de agentes le esperaba a las puertas con una orden de detención.
Gracias a los avances en las técnicas empleadas para identificar el ADN se demostró su culpabilidad.
Desde el verano de 1982 a marzo de 1984, se identificaron los cuerpos de 42 víctimas.
Las otras siete son mujeres cuya desaparición fue denunciada y que la policía creyó asesinadas, aunque no había información sobre sus cadáveres. Todas ellas aparecieron en el Río Verde y otras en los alrededores de la ciudad de Portland, en Oregón.

Muchas de las vícitimas fueron encontradas en el fondo del río
La policía dio con el asesino, Ridgway era su hombre porque la saliva le conectaba con la muerte de las tres mujeres y además tenía familia y amigos en Portland, donde aparecieron más cuerpos.
Gary Leon Ridgway, de 54 años se declaró, el 5 de noviembre de 2003, culpable de haber matado a 48 mujeres en dos décadas, lo que lo convirtió en el mayor Asesino en Serie más prolífico de la historia de Estados Unidos.
"He asesinado tantas mujeres que me cuesta acordarme de todas ellas", indicó en la Corte de la ciudad al noroeste de Seattle, durante una audiencia en la que admitió haber asesinado a las 48 mujeres en su casa o en su camión. "El plan era: quería asesinar a tantas mujeres que yo consideraba prostitutas como pudiera", dijo Ridgway.

Todas vícitmas de Gary Leon Ridgway
"Otra parte de mi plan fue el lugar donde coloqué los cuerpos. Les quité la ropa y objetos personales para no dejar evidencia de quienes eran y así resultaría más difícil su identificación. Puse la mayor parte de los cuerpos en grupos, como si fueran "racimos." Hice esto porque deseé no perder de vista a todas las mujeres que maté. Tuve el gusto de hacer un gran racimo alrededor del condado. Utilicé generalmente una señal para recordar a un "racimo" (grupo de mujeres). Mi intención fue crear racimos nuevos para no volver a los anteriores y ser pillado."
A todas las estranguló, unas se le resistieron más que otras pero ninguna pudo escapar de sus manos, menudo cabrón.
Ridgway admitió los asesinatos ante la Corte Superior del condado King en Seattle, tras llegar a un acuerdo que podría evitarle la pena de muerte en el Estado de Washington.
Fuente de http://www.pasarmiedo.com/gary_leon_ridgway.php


LUIS ALBERTO GARAVITO

Luis Alfredo Garavito nació en Génova, Quindío, el 25 de enero de 1957. Es el mayor de siete hermanos y durante su infancia vivió la falta de afecto y el maltrato físico por parte de su padre. Según su testimonio fue víctima de abuso sexual.
A sus 44 años, fue declarado por los investigadores y jueces como un asesino en serie. Hace años cuando fue capturado confesó ser el autor de la muerte de 140 niños en distintas regiones del país, pero a la fecha la Fiscalía lo investiga por el homicidio de 172 niños en su paso por 59 municipios del país.

En repetidas ocasiones, Garavito Cubillos se hacía pasar por vendedor ambulante, monje, indigente, discapacitado y representante de fundaciones ficticias en favor de niños y ancianos era conocido también como “Alfredo Salazar”, “El Loco”, “Tribilín”, “Conflicto” y “El Cura”.

Las víctimas de Garavito eran niños entre los 6 y los 16 años, de bajo estrato económico. Los abordaba en los parques infantiles, canchas deportivas, terminales de buses, plazas de mercado y barrios pobres. Según lo establecido les ofrecía dinero y los invitaba a caminar hasta cuando los menores se cansaban y eran atacados en sitios despoblados.

De acuerdo con la investigación, en esos lugares los cuerpos sin vida de los menores fueron encontrados degollados, mutilados y con señales de haber sido amarrados. En las residencias de su compañera y de una amiga en Pereira se encontraron objetos similares a los hallados en los sitios de los crímenes y publicaciones periodísticas en las cuales se reseñaba el estado de las investigaciones por desapariciones y homicidios de niños en el país.

El 24 de junio de 1998 los cuerpos de tres niños de 9, 12 y 13 años fueron hallados sin vida en la finca La Merced, en Génova (Quindío), con evidentes signos de tortura y desmembración de algunas de sus extremidades. Los menores fueron vistos por última vez cinco días antes en el parque central del municipio en compañía de un adulto, quien al parecer les ofreció dos mil pesos a cada uno para que le ayudaran a buscar una res en fincas cercanas a Génova.

En un comienzo se orientó la investigación hacia la prostitución infantil, el satanismo, el tráfico de órganos y pedofilia. Con base en un cruce de información entre el CTI de Tunja, Armenia y Pereira se logró establecer que los casos de desaparición de menores en esas ciudades guardaban similitud, ante lo que se conformó un álbum con 25 fotografías de posibles sospechosos.
Mediante el cruce de información entre los diferentes equipos investigativos, se estableció que una de las fotografías del álbum con el nombre de Bonifacio Morera Lizcano correspondía a Luis Alfredo Garavito Cubillos, persona sobre quien pesaba una orden de captura de la Fiscalía 17 Especializada de Tunja por el homicidio de un niño de 12 años de edad.

El 22 de abril de 1999, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía capturaron en Villavicencio a Luis Alfredo Garavito Cubillos, en momentos que intentaba agredir sexualmente a un menor. Su plena identificación se logró mediante cotejo dactiloscópico.

Gracias a las pruebas recogidas por la Fiscalía y a su propia confesión, Garavito Cubillos resultó ser el responsable no sólo de la muerte del menor de Tunja sino también del homicidio de los tres niños de Génova y de otros 172 crímenes cometidos contra menores en 11 departamentos del país, entre 1992 y 1998.
De los 172 casos judicializados, 138 tienen fallo condenatorio, 32 están en instrucción, uno en apelación y uno está para sentencia. Las condenas suman 1.853 años y nueve días, no obstante, en la ley colombiana existe una figura conocida como unificación de penas, que dice que cuando un reo está condenado por múltiples procesos estos no son acumulables, se juntan y se le condena por el delito más grave, que en este caso significa una condena de 52 años. Pero como Garavito confesó y además colaboró con la justicia, tiene derecho a beneficios y rebajas que pueden ser hasta de una tercera parte de la condena. Y como es un preso “modelo” tiene derecho a un día de rebaja por cada tres días de trabajo o estudio.

¿Podría quedar en libertad?
Según la justicia Colombiana Luis Alfredo Garavito pese a ser considerado por muchos como el segundo mayor asesino en serie del mundo podría estar en libertad en 2010. Acto a la que responden otras personas como una acción descabellada y poco coherente ya que sostienen que si Garavito mató una vez, lo hará de nuevo.
hay otro proceso a Garavito por otro asesinato en el Valle del Cauca, por el cual tendría que responder judicialmente de manera independiente a sus anteriores crímenes y por el que podría ser nuevamente sentenciado. A esto hay que añadir que el gobierno de su país vecino, Ecuador, ha pedido formalmente la extradición de este asesino en serie por los crímenes que perpetró en su territorio y por los que tiene intención de juzgarle según las leyes de su país.

Por estos motivos es mas que probable que este criminal termine sus días entre rejas a pesar que en nuestro su país no existe la cadena perpetua.


PEDRO ALONSO LÓPEZ

Conocido como El Monstruo de los Andes, fue un asesino en serie colombiano que tras su captura en 1980 confesó el asesinato de más de 300 niñas y jóvenes en Ecuador, Perú y Colombia. Si bien no se pudo establecer con certeza el número de homicidios ya que buena parte de sus cuerpos no aparecieron y los actos violentos se llevaron en regiones aisladas. En su confesión reconoció a los investigadores que había asesinado por lo menos a 110 muchachas en Ecuador, 100 en Colombia, y “muchas más de 100″ en Perú. Y logró ubicar un campo en Ambato Ecuador donde se hallaron 53 cuerpos, más 4 más en otros lugares. Si bien en otros puntos señalados por él no se hallaron cuerpos
Harold Frederick “Fred” Shipman (14 de enero de 1946 – 13 de enero de 2004)
(215 asesinatos)
Fue un médico británico, acusado de matar a 215 de sus pacientes, lo que se corroboró solo con 15 de ellos. En el año 2000, Shipman fue condenado a 15 Cadenas perpetuas consecutivas por los asesinatos de 15 de sus pacientes.
Luego de se juicio, la policía siguió investigando los archivos del doctor Shipman o como lo apodaron luego, del doctor “Muerte”, ya que se estimaba que Shipman había matado muchas veces más; el 80% de sus victimas eran mujeres. También las edades de las víctimas eran un cuestionamiento para la policía, ya que la persona más joven que Shipman había matado era Peter Lewis de 41 años de edad. Finalmente, las investigaciones terminaron con un posible saldo de 250 víctimas.
Muchas de las legislaciones británicas sobre cuidado médico y a la medicina fueron repasadas y modificadas notablemente como resultado directo e indirecto de los estos crímenes.


JAVED IQBAL
100 víctimas. Fue detenido en diciembre de 1998 tras enviar una carta a la Policía en la que confesaba haber estrangulado a un centenar de jóvenes.

En esta carta, el asesino no solo se mofaba de la incapacidad de las autoridades de atraparlo y ponerlo entre rejas, sino que también en ella explicaba cómo había cortado en pedazos los cuerpos de sus víctimas, de las que abusaba sexualmente antes de asesinarlas, para depositar posteriormente los restos en una tinaja con ácido, para hacer desaparecer los cadáveres.
La carta produjo un total revuelo en las autoridades, y desencadenó una auténtica caza del asesino.
El 30 de diciembre, Iqbal se presentó en las oficinas de “The News”, un periódico de la ciudad paquistaní de Lahore.
En la redacción de este periódico declaró que no sentía remordimientos por haber matado a 100 niños, pero que, si bien podría haber matado a 500 de ellos, si sólo asesinó a 100 fue porque no quiso ir “más allá”.
Confesó a los periodistas que sus actos fueron en protesta por los malos tratos que sufrió por parte de las Fuerzas de Seguridad, y que temía por su vida si se entregaba directamente a la Policía, pues por ese motivo había acudido al periódico local.
La Corte de Lahore declaró: “Morirá estrangulado delante de los padres de los niños a los que ha matado, y su cuerpo será cortado en cien pedazos que serán depositados en ácido, como usted hizo con los niños“, y así fue.


HAROLD SHIPMAN
218 víctimas y sospechoso de más de 250. Mundialmente conocido como el "Doctor Muerte" y múltiple asesino, fue encontrado ahorcado el 13 de enero de 2004 en su celda de la cárcel de
máxima seguridad.
Las sospechas, que condujeron a las investigaciones sobre la forma como trabajaba el médico, a quien durante el juicio se señaló como un "adicto al asesinato", comenzaron en 1998 cuando cometió uno de sus
mayores errores, al falsificar el testamento (dejándose 350.000 libras) de una anciana de 81 años a la que asesinó inyectándole morfina. Tras la investigación, el 7 de septiembre de ese año fue detenido.
Al parecer, cuando tenía 17 años fue testigo de una dolorosa muerte de su madre a causa del cáncer y eso, según algunos psiquiatras británicos pudo "marcarle para el resto de su vida", porque ella fue tratada en sus últimos días con morfina para calmar los intensos dolores que sufría.
Además, resultó ser un adicto a los calmantes y en la década de los años 70 llegó a reventarse las venas por utilizarlos en cantidades desproporcionadas, pero las autoridades únicamente le multaron con 600 libras esterlinas que pagó para quedar así libre de cargos y ejercer una carrera que le llevó a matar a una amplia mayoría de sus pacientes.
Shipman, que ejerció como "médico de familia" en Todmorden, inicialmente, y desde 1977 en Hyde, una población cercana a Manchester, prefería acabar con la vida de mujeres mayores de 60 años que vivían solas y a las cuales durante las visitas que efectuaba les inyectaba dosis de morfina o heroína, y luego certificaba que habían fallecido
como consecuencia de una crisis cardiaca. Según los jueces no hubo en esos asesinatos ningún motivo de índole sexual ni económico, salvo en el de Kathleen Grundy, que se convirtió en su perdición.


AILEEN CAROL WUORNOS
Aunque esta asesina en serie no mato mas de 10 personas la quiero colocar en la lista como la unica mujer asesina de estos ultimos treinta años.
En la víspera de la Navidad de 1989, el cuerpo de un hombre llamado Richard Mallory fue encontrado en los bosques de Daytona Beach, en el estado de Florida. El cadáver tenía tres impactos de una pistola calibre 22.
Un año después, otros seis cuerpos asesinados en forma similar habían sido descubiertos. Todas las víctimas eran hombres de mediana edad que aparecieron muertos cerca de alguna ruta o camino. Todos habían sido robados y asesinados con una pistola calibre 22.
El FBI sospechó desde un comienzo que los crímenes habían sido perpetrados por una o dos mujeres con rasgos de asesinas en serie. El móvil de los homicidios, sin embargo, no estaba en absoluto claro.
En diciembre de 1990 se obtuvieron los primeros retratos hablados de la posible pareja de asesinas en serie. No pasó mucho tiempo antes que diversos testigos reconocieran en ellos a Tyria J. Moore, de 28 años de edad, y a Aileen Wuornos, de 34. Ambas vivían a la deriva en diversas localidades del estado de Florida y eran amantes.
Aileen Carol Wuornos había nacido en Rochester, Michigan, el 29 de febrero de 1956. Hija de padres adolescentes que se separaron meses antes de su nacimiento, Aileen quedó al cuidado de su madre, Diane, al igual que su hermano mayor Keith.
Pero la joven madre fue incapaz de criar a la niña, y en marzo de 1960, Aileen fue adoptada legalmente por sus abuelos maternos.
A los seis años de edad, en 1962, Aileen sufre severas quemaduras en el rostro cuando jugaba junto a su hermano y nueve años más tarde, queda embarazada de un padre que permaneció sin identificar, entregando a su hijo recién nacido a un hogar de Detroit. En esos mismos días, Aileen y su hermano dejan la casa de los abuelos, y ella empieza a trabajar en la calle como prostituta.
En 1974, usando el alias de Sandra Ketsch, Aileen Wuornos es encarcelada en Colorado por conducta impropia, conducir ebria y disparar una pistola calibre 22 desde un vehículo en movimiento.
En 1976, de vuelta en Michigan, Aileen es arrestada en Antrim County por golpear la cabeza de un barman con una bola de billar. Pocos días después, su hermano Keith muere de un cáncer en la garganta y Aileen hereda los 10 mil dólares de su seguro de vida. Con el dinero, se compra un auto nuevo y viaja a Florida en busca de una vida mejor.
Sin embargo en 1981 Aileen cae de nuevo en la cárcel, esta vez en Edgewater, Florida, por robar a mano armada una tienda. Sale de prisión 13 meses más tarde, en junio de 1983.
Su siguiente arresto, en mayo de 1984, se debe al intento de cobrar cheques falsos en un banco de Key West. Siguen detenciones por conducir sin licencia, robo de coche, resistencia al arresto, obstrucción a la justicia y por amenazar a un hombre con una pistola calibre 22 para robarle 200 dólares.
Es a fines de 1986, que Aileen Wuornos conoce a Tyria J. Moore en un bar de Daytona. Ambas se hacen amantes, y cuando después de un año de tortuosa relación la pasión se desvanece, siguen siendo inseparables amigas.
De ahí en adelante las andanzas delincuentes de la pareja se multiplican con asombrosa rapidez. Aileen recurre a varios nombres falsos y junto a Tarya suman incidentes de todo tipo con la policía, desde conducir sin licencia hasta amenazas telefónicas a empleados de supermercado.
Por 1989, Aileen Wuornos es una mujer de carácter agresivo y fácilmente irritable, que viaja siempre con una pistola en su bolso y que trabaja en forma esporádica en bares y paradas de camiones.
El 30 de noviembre de ese año, un electricista de 51 años de nombre Richard Mallory, conocido por su afición al alcohol y a las mujeres, es visto con vida por última vez. Al día siguiente su coche es encontrado en Ormond Beach, junto a su billetera, documentos personales, una botella vacía de vodka y varios condones.
El 13 de diciembre de 1989, el cuerpo de Richard Mallory es hallado en los bosques cercanos a Daytona Beach con tres disparos en el pecho efectuados por una pistola calibre 22.
Uno de los titulares aparecidos en la prensa mexicana, el cerco de su búsqueda se iba estrechando.
Esas pistas, sin embargo, no llevan a la policía a descubrir al culpable. El caso se archiva y permanece sin novedades hasta el 1 de junio de 1990, cuando un hombre desnudo es hallado muerto cerca de Tampa, con seis disparos de una pistola calibre 22. Cuando la policía lo identifica como David Spears, de 43 años de edad, ya ha aparecido un tercer cuerpo desnudo de un hombre de 40 años asesinado con nueve tiros de una calibre 22.
La cuarta víctima se llama Peter Siems y es un hombre de 65 años, que es visto por última vez cuando sale de su casa en Júpiter, Florida, para ir a visitar a unos parientes en Arkansas. Su coche aparece un mes más tarde, chocado y abandonado. Testigos cuentan a la policía que a bordo del auto iban dos mujeres, una rubia y otra de pelo castaño oscuro, y entregan información para realizar un retrato hablado. La mujer rubia iba herida, y una huella de su mano ensangrentada queda grabada en el auto.
Para noviembre de 1990, los hombres asesinados de forma similar en el estado de Florida ya son nueve. Los medios de comunicación siguen a estas alturas el caso de muy cerca, y presionan a las autoridades policiales para que asuman que se trata de dos asesinas en serie y publiquen sus retratos hablados, lo que ocurre a fines de ese mes.
En las tres semanas siguientes, la policía recibe cuatro llamadas telefónicas que identifican a las sospechosas como Tyria Moore y Lee Blahovec (uno de los tantos pseudónimos de Aileen Wuornos).
Mientras, para obtener algo de dinero, Aileen sigue vendiendo los objetos de valor que ha robado a sus víctimas. Es así como el 6 de diciembre, vende la cámara y el detector de radar de Richard Mallory en Daytona, y parte a Ormond Beach a vender una caja de herramientas que pertenecía a Spears.
El 9 de enero de 1991, Aileen Wuornos finalmente es detenida en un bar de Harbor Oaks. Al día siguiente Tyria Moore es conducida a la casa de sus hermanas en Pennsylvania, y acepta colaborar con la policía.
El 16 de enero, Aileen confiesa seis asesinatos, y alega que todos fueron cometidos en defensa propia, pues esos hombres intentaban violarla. Antes de que terminara ese mes, ella y su abogado venden los derechos cinematográficos de su vida.
El 27 de enero de 1992, un jurado declaró a Aileen Wuornos culpable de homicidio en primer grado y recomendó la pena de muerte. El 30 de enero de 1992 Aileen Carol Wuornos fue sentenciada a morir ejecutada. La pena se cumplió en el otoño de 2002.


TED BUNDY
Ted Bundy era un hombre inteligente y atractivo, un seductor irresistible. Cada mes recibía cientos de cartas de amor repletas de piropos, proposiciones indecentes y besos pintados con carmín sobre el papel. Ese envidiable correo le era remitido a la prisión de Starke, en Florida, donde permaneció recluido hasta que el 24 de enero de 1989 fue ejecutado en la silla eléctrica.

Era su castigo por haber matado sádicamente a más de 30 bellas muchachas. Acaso el asesino en serie más famoso de la historia, Bundy ejercía sobre el público una fascinación casi obscena. La audiencia devoraba con glotonería cada una de sus palabras. Esperaban resolver el enigma de por qué un WASP arquetípico había elegido trazar semejante laberinto de sangre.

Porque Bundy, nacido en 1946 y antiguo boy scout, no encajaba en el perfil macabro del psicópata. Licenciado Psicología, se había involucrado en política y se le consideraba como una joven promesa del Partido Republicano. Bundy era además un 'gentilhomme charmant', un joven guapo y jovial con facilidad de palabra. Aquella máscara escondía a un monstruo despiadado.

Para cometer sus crímenes, Bundy apelaba a la bondad de sus víctimas. Paseaba por los campus universitarios con muletas o con el brazo en cabestrillo, y dejaba que sus libros se cayeran al suelo a la vista de alguna chica. Ellas no podían negarle ayuda a un sujeto que inspiraba confianza y ternura, y le acompañaban hasta su coche. Entonces Bundy las golpeaba con una palanca e iniciaba la pesadilla. Más de una treintena de brutales crímenes

Las autoridades policiales jamás pudieron determinar el número exacto de mujeres que sucumbieron a las atrocidades de Bundy en los 70. Ese secreto se lo llevó a la tumba, aunque confesó cerca de treinta asesinatos, siempre de mujeres con larga melena peinada con raya al medio. Ese era el 'look' de Stephanie Brooks, el primer amor de un Bundy con el que que rompería tras un año de relación.

Los expedientes de aquellos casos evidenciaban escabrosas violaciones, descuartizamientos y prácticas necrófilas. Cuando todavía vivía en Washington, Bundy se deshacía de los cadáveres en los frondosos bosques a las afueras de Seattle. Sin embargo, regresaba a la escena del crimen con frecuencia enfermiza. Pudo comprobarse que en ocasiones se llevaba a casa cabezas decapitadas para aplicarles maquillaje.

El ímpetu homicida de Bundy se cobraría víctimas no sólo en Washington, sino también en Oregón, Utah, Idaho, Colorado y Florida. Desafortunadamente, nadie era capaz de conectar los sucesos entre sí. Hasta que a Bundy le abandonó la suerte.

En el verano de 1975, la policía lo detuvo por conducción errática. Registraron su vehículo y se encontraron con una cámara de los horrores en el maletero: esposas, pasamontañas, barras de hierro... Y unas facturas de gasolina que lo situaban en los lugares y las fechas en que numerosas chicas habían desaparecido. Bundy fue encarcelado en Colorado en febrero de 1976.

No obstante, dos meses más tarde logró escapar, saltando desde una altura de dos pisos a través de la biblioteca de la cárcel. Su huida duró seis días, pero en la víspera de Nochevieja volvió a fugarse, esta vez a través de los conductos del aire. Había adelgazado varios kilos para caber por el hueco. Esa segundo evasión acarrearía consecuencias catastróficas. Bundy, presa prioritaria en la lista del FBI, cruzó el país hasta llegar a Florida, donde se dejó barba y cambió de nombre.

Sólo dos semanas después de su fuga, entró en una residencia de estudiantes femenina y mató a dos jóvenes. Otras dos quedaron seriamente malheridas, y a menos de un kilómetro una quinta víctima fue atacada aquella noche. Sin embargo, el crimen que más conmocionó a la sociedad fue el de Kimberly Leach. La pequeña de 12 años fue brutalmente violada y asesinada.

La captura definitiva de Bundy fue nuevamente producto de la casualidad. Conducía un Volkswagen Beetle sin las luces puestas, y atrajo la atención de un agente que logró reducirlo y llevarlo al calabozo, para exasperación de Bundy. "Claro que me enfado", comentaría en una entrevista televisiva, "Me enfado y me indigno. No me gusta que me encierren por algo que no he hecho. No me gusta que me arrebaten la libertad. No me gusta ser tratado como un animal. No me gusta que la gente me escudriñe como si fuese un bicho raro. Porque no lo soy".

Muchos Estados solicitaron su extradición, pero el primer juicio tendría lugar en Florida. Bundy había despedido a sus abogados y obtuvo permiso para defenderse a sí mismo y protagonizar ante el tribunal un lamentable espectáculo 'made in America'. Él mismo interrogaba a los testigos pidiendo que recordaran lo sucedido, y paladeaba con regocijo cada detalle de la experiencia revivida.

Quedó tan claro como nunca que Bundy era un perturbado. Pero su presencia, hipnótica y morbosa, atraía a decenas de 'groupies'. El esperpento judicial alcanzó su cima cuando Bundy, aprovechando una vieja ley que permitía contraer matrimonio estando bajo juramento, se casó en plena sesión del tribunal con una admiradora llamada Carole Ann Boone.

El fruto de las visitas conyugales (frecuentes hasta su separación en 1986) fue una hija que permanece actualmente en el más estricto anonimato. Espeluznantes historias de amor aparte, Bundy fue condenado a muerte en 1980, una sentencia que su madre lamentaba: "Mi educación cristiana me dice que arrebatar la vida del prójimo es deleznable bajo cualquier circunstancia. Y no creo que el Estado de Florida esté por encima de las leyes de Dios".

Louise todavía confiaba en la inocencia de su hijo, que no le confesó la verdad hasta la noche antes de su ejecución.Bundy esquivaría la muerte durante casi nueve años, agotando todos los recursos judiciales e incluso manipulando a las autoridades. Cual Sherezade de vocación siniestra, ganaba tiempo ofreciendo a los investigadores datos de asesinatos jamás resueltos.

Su crédito negociador se agotó definitivamente el 24 de enero de 1989. Aquella mañana, cientos de personas se arremolinaban en el exterior de la prisión de Starke. Había un ambiente carnavalesco y de júbilo apenas disimulado a la espera de la ejecución de Bundy. Las pancartas rezaban lemas líricos tan inspirados como 'Las rosas son rojas/ Las violetas azules/ Buenos días, Ted/ Te vamos a matar'.

Se filtraron informaciones de que Bundy empezó a tartamudear cuando vio la silla eléctrica. Él, siempre carismático y petulante, perdió su legendaria compostura cuando llegó su hora. En aquel instante, ni siquiera las cartas de amor que acumulaban polvo en su celda eran un consuelo. Era el momento de saldar deudas con sus viejos fantasmas.

Interesante historia de un autentico asesino en serie... verdad? Muchas gracias por tu visita... y por tu solidaridad con mi pagina jeje.

FUENTE :ELMUNDO.ES
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/03/23/obituarios/1143076809.html


RICHARD KUKLINSKI
falleció el 6 de marzo en la prisión estadounidense de Trenton (Nueva Jersey) a los 81 años de edad. Allí cumplía varias cadenas perpetuas por asesinato. Él siempre presumía de haber matado a más de 100 personas.
Su biografía carece de elementos glamourosos. Gastaba músculos rotundos, tatuajes, barba, y una crueldad inaudita. En Nueva York decían que el diablo estaba de su parte.
Padre de familia, soldado de la mafia y, sobre todo, 'killer' eficiente: incluso los Gambino, sus jefes, temían las reacciones del matarife y se hacían cruces con un tipo que acumulaba muescas hasta batir cifras récord.
En un documental que permitió realizar a la cadena HBO sobre su vida, cuando llevaba un lustro en prisión, declaró que, en su caso, "el asesinato era vocacional". Mataba por placer. Nunca dejaba testigos. Incluso los criminales que lo acompañaban durante sus correrías sudaban hielo. Cualquiera podía incorporarse a la lista negra.
Kuklinski nació en 1935 en la ciudad de Jersey en 1935. Su padre, alcohólico, solía pegarle con frecuencia. Su hermano mayor fue sentenciado a cadena perpetua tras violar a una niña de 12 años, a la que arrojó después al vacío desde una torre, junto con su perro.
Durante su adolescencia, Kuklinski se deleitaba torturando animales. Uno de sus pasatiempos consistía en arrojar gatos vivos al horno familiar. Con 14 años liquidó a otro muchacho de más o menos su misma edad para "proteger su territorio", como él declararía posteriormente. Fue su primer asesinato.
En 1960 conoció a Bárbara, su futura esposa, con la que tendría tres hijas. Su trabajo en la industria del cine, donde traficaba con pornografía que revendía a los Gambino, le introdujo en los círculos mafiosos. En breve, fue contratado para cobrar deudas. Su nombre circulaba por las calles como un viento de muerte.
A las ordenes de Roy DeMeo, psicópata y matón prominente, perfeccionó los métodos de trabajo. La clave para ganarse al mafioso consistió en matar a un hombre elegido al azar. La víctima paseaba a su perro por la calle y Kuklinski actuó sin dudarlo un instante. Roy DeMeo estaba impresionado: el chico "prometía".
Durante casi 20 años, los dos hombres lideraron un grupo al que se le atribuyen más de 100 asesinatos. Kuklinski cobraba 50.000 dólares por encargo. En palabras de su esposa, "nuestra vida era la típica de una familia americana".
Vida familiar
Compraron una casa lujosa y en ella organizaban barbacoas. Aunque la relación con su esposa fue cualquier cosa menos idílica. Trató de ahogarla con una almohada, la amenazó con una pistola, estuvo a punto de atropellarla, pero ella siempre achacaba estos sucesos al estrés que padecía su esposo y terminaba perdonando sus excesos.
Kuklinski alcanzó un enorme grado de sofisticación en el empleo de cianuro para matar a muchas de sus víctimas. Lo hacía con un inhalador nasal que empleó, por primera vez, con un viandante como conejillo de indias. El hombre murió en 15 segundos. "Lo importante es sorprender a tu objetivo y aplicar la solución en su rostro. Así, todo el mundo creerá que ha sufrido un infarto". Aparte del cianuro, cualquier instrumento le servía para sus fines, desde un picahielos a un mazo.
A Kuklinski le apodaban 'Iceman' (Hombre de hielo) por otro de sus experimentos. Mantuvo dos años congelado el cuerpo de una víctima. Durante meses usó como cámara frigorífica el camión de los helados de Pongray. Quería averiguar si, gracias al frío, lograría confundir a los investigadores. Cuando la policía encontró el cuerpo, creyó que había fallecido tan solo 24 horas antes. Sin embargo, durante la autopsia, los forenses hallaron restos de hielo. Aunque erró por poco —unas horas más hubieran bastado para que se derritiera del todo— Kuklinski se regocijaba porque había coronado su currículum con un nombre rotundo. Poco después se deshizo de Pongray.
Cuando le atraparon, en 1986, su familia sufrió un colapso. Jamás había sospechado del respetable marido y prominente hombre de negocios. Kuklinski no sólo no negó los cargos —en principio cinco asesinatos—, sino que añadió varias decenas. Sin eufemismos, demostraba un ego de proporciones superlativas.
En 1992, Tom Shales, del 'Washington Post', prometió en una columna realizar un estudio de su psicología. Tras visionar el documental de la HBO se retractó: "A veces es mejor no penetrar en ciertas mentes".


Hu Wanlin
Doctor empírico, quien practicaba el tradicional arte médico de qigong, basado en tratamiento hierbas medicinales. Sin embargo, el doctor incluyó letales dosis de sulfato de sodio en sus recetas.
Al menos 146 personas murieron en el tratamiento, que Hu les aplicaba.







Mi top de los 10 asesinos mas repugnantes que ha tenido la humanidad hace 20 años atras. no obstante faltaran quizas otros , pero entre los que mas han asesinado a sangre fría personas tengo aca los mas importantes.

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